miércoles, 13 de diciembre de 2017

El departamento de RR.HH. y su interacción con los trabajadores


El departamento de recursos humanos de una empresa no solamente tiene la función de gestionar todos los procesos que tienen que ver con la contratación de personal y las cuestiones particulares de los empleados. Como sabemos, en los últimos tiempos se ha convertido en el eje central de una empresa, que ha de seleccionar el talento para incorporarlo a sus filas y plantear una estructura organizacional adecuada que haga posible sacarle rendimiento y se traduzca en un incremento de las ventas.



Misión de esta área funcional con tanto peso dentro de una organización empresarial es velar porque el equipo humano se adapte a las circunstancias propias que influyen en la producción, así como propiciar un ambiente de trabajo saludable que permita el desarrollo del personal.






Cometemos un gran error al pensar que el departamento de recursos humanos tiene que estar descentralizado y un escalón por encima del resto de los empleados. No podemos ser tan simples para creer que sus funciones se limitan a pagar las nóminas, recibir y tramitar currículos en sus bases de datos u organizar las vacaciones de los trabajadores.



El fin de este departamento debe ser construir un equipo que funcione a la perfección, se identifique al máximo con los valores de la organización y los promueva en el exterior. Del crecimiento personal y el enriquecimiento de sus empleados va a depender, en gran medida, el desarrollo de la empresa y sus resultados obtenidos.



Son muchas las ocasiones en las que observamos cómo en algunas compañías se producen rotaciones en la plantilla de manera constante. Un gran número de personas que entran y salen generando un flujo progresivo que imposibilita que el equipo se consolide. Normalmente esto se debe a que, por parte de los gestores del talento humano de las empresas, se llevan a cabo malas prácticas que inciden de manera negativa, poniendo en riesgo la marcha del negocio.



Algunas son muy comunes y las vemos en repetidas ocasiones. Otras son más particulares, pero en cualquier caso comprometen enormemente el crecimiento de la corporación. En esta entrada de nuestro blog vamos a aprovechar para enumerar varias de ellas.




Las malas prácticas más habituales en recursos humanos


Creemos que ha quedado suficientemente claro que una plantilla de trabajadores contenta es más productiva que si se encuentra a disgusto. Que el ambiente en la oficina influye directamente en el rendimiento y que todo ello lo terminan percibiendo nuestros clientes. Las visitas comerciales que tengamos van a detectar enseguida si el aire que se respira en la empresa es sano o está viciado, y todo ello se verá reflejado en las ventas.



Pero las cosas nunca podrán ir bien en una compañía si el departamento de recursos humanos pone en práctica o consiente situaciones tales como:



- El nepotismo. Colocar en puestos de responsabilidad a personas cuyo mérito se basa en las relaciones personales cercanas que puedan llegar a tener con los peces gordos de la empresa. Contratar a familiares o amigos, en muchos casos sin la cualificación necesaria, es algo que está a la orden del día y que, normalmente, termina pasando factura. No solamente por la falta de capacidad de estos empleados, sino porque se origina un malestar entre el resto al producirse en muchos casos agravios comparativos.



- La inadecuada remuneración. Si un trabajador considera que el sueldo que percibe por su trabajo es más bajo de lo que merece, su motivación va a evaporarse. Es muy habitual encontrar negocios en los que se ofrecen salarios irrisorios, se da de alta en la Seguridad Social por menos horas de las que corresponde y se reducen las vacaciones y días libres que los trabajadores tienen derecho a disfrutar. Esta praxis es habitual en recursos humanos de un sinfín de empresas. ¿El resultado? Trabajadores descontentos que se terminan marchando, un ambiente laboral tenso y negativo y una falta de compromiso total por parte de la plantilla.



- Errores en la contratación. Muchos responsables de recursos humanos se ven condicionados por la urgencia por incorporar a un trabajador y cubrir una vacante, y ante tal situación cometen errores en la selección adecuada del talento. Hay quienes ponen esta obligación en manos de agencias de colocación de candidato. El desacierto en el reclutamiento genera consecuencias nefastas para la organización, ya que propicia una alta rotación de personal, influye de manera negativa en su imagen y, además, supone un sobrecosto financiero.



- La discriminación. Hay muchos casos en los que el departamento de recursos humanos origina o permite situaciones dentro de la plantilla que pueden ocasionar consecuencias muy negativas. Se ve en algunas ocasiones cómo ciertas empresas abusan a la hora de solicitar datos personales a los candidatos en el proceso de selección, no son capaces de manejar y erradicar conflictos internos o dispensan un trato incorrecto a sus trabajadores (como solicitar una prueba de embarazo a mujeres).



Todas estas malas prácticas se traducen en un ambiente laboral negativo que incide en las ventas y que es sumamente recomendable erradicar.

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