miércoles, 22 de noviembre de 2017

Lo que más valoran las nuevas generaciones en las marcas



Las nuevas generaciones están cada vez más concienciadas con asuntos como el cuidado con el medio ambiente o la sostenibilidad de la empresa a la que compran. Se ha complicado así el mundo de las ventas, en el que encontramos un escenario mucho más complejo a la hora de desarrollar nuestra marca.



Según parece, las generaciones menores de 36 años (Millennials y Generación Z) no están dispuestas a dejarse convencer por los argumentos de cualquier compañía. Las visitas comerciales han perdido su eficacia y los recursos humanos apuntan a que ya no existen fórmulas infalibles que conduzcan a buenos resultados. Sin bases de datos fiables, ¿cómo asegurarnos de convencer a las nuevas generaciones de que nuestro producto es lo que necesitan?



Con este panorama, parece que la única alternativa es consolidar ciertos valores que hagan única a la empresa. Esto permite humanizar la compañía y, además, promocionar un estilo de vida con el que nuestros clientes pueden identificarse. Pero, ¿cómo conseguirlo?




Los valores que defienden los recursos humanos de las empresas dan un nuevo sentido a las ventas

Si logramos persuadir al consumidor con un mensaje concreto, tendremos más opciones de conseguir clientes entre las nuevas generaciones. Cuando diferentes medios especializados en tendencias digitales pidieron su opinión sobre diferentes marcas, un importante volumen de encuestados se manifestó afín a esta tendencia ¿Influye la forma de enviar el mensaje? Sin duda, es fundamental.



Además de los valores, si el mensaje se envía a través de campañas con humor, es más fácil que logremos resultados positivos. No se trata de llenar el anuncio de memes o vídeos absurdos extraídos de internet, sino de transmitir un sentido del humor fino y sagaz, a la par que crítico con la realidad social que vivimos. Las ventas serán más fáciles si nuestros clientes se identifican con lo que expresamos. Esto cambia, sin embargo, cuando se trata de una empresa orientada al mercado global.



Entre las nuevas generaciones, no hay nada mejor valorado que la conciencia global de la marca, así como su interés por el cuidado del medio ambiente. Podemos aprovechar este aspecto a través de sellos de calidad y certificación, con los que enviamos un mensaje claro y contundente al consumidor: la compañía piensa en verde, y se preocupa por un planeta en el que no todo vale a la hora de producir bienes y servicios.








Otra buena idea es añadir un matiz de sano o saludable a nuestras propuestas. En un mundo intoxicado por productos procesados o basados en la pseudo ciencia, las personas valoraran mucho que mostremos un interés genuino por ayudarles a alcanzar un mayor nivel de bienestar. Podemos lograrlo de una forma directa, a través de un producto de calidad, pero también de modo indirecto,con mensajes positivos que busquen la conexión emocional con el comprador. ¿Interesante? Pues esto es solo el principio.



Cada vez más compañías dedican dinero y recursos humanos a conocer mejor a los consumidores. Y es que, aunque estemos más conectados que nunca a las redes sociales, sigue siendo muy complejo establecer un perfil claro del comprador. Sin esa información es muy difícil enviar un mensaje coherente para las diversas generaciones con las que nos tenemos que comunicar en la actualidad. Sus gustos y preferencias son totalmente diferentes entre una generación y otra. Un verdadero desafío en el que, sin embargo, se esconde una gran oportunidad de negocio.





Las visitas comerciales no convencen a las nuevas generaciones: quieren compras con significado

Identificarse con los valores de la marca es uno de los pilares fundamentales para conseguir que nos compren las nuevas generaciones. Además, establecer un vínculo emocional es importante. Ejemplos de ello son empresas con Apple o Starbucks, que han logrado hacer de sus productos una verdadera experiencia con las que muchos clientes se identifican.



¿Un simple ordenador? No. Una máquina para gente productiva, con interés por un diseño cuidado.



¿Un café? No. Una experiencia relajante, en un entorno pensado para las fotografías en redes sociales.



Si nuestra marca es capaz de transmitir una serie de valores, probablemente logremos que el público sea más fiel y mejor comprador.



- ¿Cumplimos con nuestras obligaciones con el medio ambiente?



- ¿Ofrecemos un modelo de producto sostenible?



- ¿Creemos en el compromiso social como empresa?



El cliente estará encantado y, sobre todo, dispuesto a pagar un poco más. Diversos estudios de mercado demuestran que las personas prefieren pagar más por el mismo producto, si saben con certeza que se encuentra alineado con sus valores.



En ese sentido, parece que la clave radica, no en identificar la forma de incrementar las ventas, sino en conocer esos motivos con los que los jóvenes se identifican. Una vez establecidos, podremos trabajar con diferentes técnicas de marketing, orientadas a enviar un mensaje potente en esa dirección. Si el cliente final conecta con nosotros, el éxito está asegurado.

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