miércoles, 6 de septiembre de 2017

Afrontemos juntos el síndrome postvacacional



¿Te encuentras cansado? ¿Sientes que no puede ser real que tu despertador esté sonando a las 7 de la mañana? Pero así es, a veces la realidad nos golpea la cara aunque no queramos, y hay que volver a la rutina, al día a día por mucho que nos cueste, que te cueste.


Esperas en el coche durante el tráfico, ese tráfico que tratas de evitar cada día, saliendo media hora antes de casa, y tratando de escapar lo antes posible de la ofi para que no se convierta en toda una odisea. Respiras hondo, tratas de recordar los momentos de este verano que te hicieron sentir vivo, feliz, el viento sobre tu rostro, la libertad que te daba pensar todos los días que te quedaban aún de freedom, el sol iluminándote cada día.


Pero amigo, esto no podía durar para siempre, todo tiene su fin, por mucho que odies el bajón que te da volver de nuevo a la oficina, a contemplar la calle desde el elevado piso donde trabajas que te hace verlo todo muy pequeño. Y ahora es cuando te das cuenta de que no es un simple bajón postvacacional, ¿o quizás si?




Empiezas a ver que tus compañeros de trabajo se encuentran igual que tú, con la cara de infinita tristeza ¿pero qué es esto? ¿una epidemia de vagos? te preguntas mientras tragas saliva pensando que tú no eres uno de ellos. Tú no, te encanta tu trabajo, adoras lo que haces y cómo te hace sentir, entonces ¿qué te está pasando?? Amigo, no te compadezcas, porque necesitarás un tiempo para reajustarte paulatinamente a tu entorno de trabajo. NO eres un robot. Y es ahora cuando te tienes que permitir estar un poco triste, pero tranquilo que volverás a ser el de antes. Date tiempo.


Si eres uno de los que padece esta “epidemia” algunos de tus síntomas serán agotamiento repentino, tristeza máxima, mal humor, ausencia de vitalidad, de ganas de comerte el mundo.


¿Y sabes qué? aunque no te lo puedas comer no es el fin del mundo, lo único que tienes que hacer es relajarte y tomar algunas medidas drásticas como tratar de retomar de nuevo tu rutina del sueño, para dormir 8 horas e ir con la mente despejada a trabajar. Algunas personas experimentan ataques de ansiedad los dos días tras comenzar a trabajar, ¿y es esto de locos? no lo creo, después de haber estado disfrutando de tu propio paraíso retomar las obligaciones y el estrés del trabajo se le puede hacer duro a cualquiera. Los casos más leves duran dos o tres días, si esto se prolonga meses deberías acudir a un especialista.


Te sientes como cuando eras un niño, llegaba la vuelta al cole y llorabas mientras tu madre te llevaba a la escuela y te soltaba con el resto de tus compañeros de clase, todos llorando y con mocos en la cara, pero claro, en aquellos días había una simpática profesora que con afecto y ternura estaba allí para apoyarte.


¿Dónde está ahora esa simpática profesora que estaba ahí para ti? ya no está. Pero estamos nosotros para darte 5 pequeños tips sobre cómo afrontar la vuelta y que se te haga un poco menos cuesta arriba:

  • Evita regresar de tus vacaciones un día antes de comenzar a trabajar, de este modo te adaptarás poco a poco a tu vuelta al cole personal. No hay que volverse loco, con esto no te decimos que regreses 5 días antes, con que vuelvas un par de días antes eso te ayudará a tu rutina de nuevo.
  • Importante: pon el despertador 15 minutos antes de la hora a la que solías despertarte para ir a trabajar. Te parecerá una tontería, pero esos primeros minutos te ayudarán a asumir que el temido día ha llegado, y te permitirá hacer las cosas con más calma pese a tus torpes movimientos de falta de costumbre después de estar tantos días de fiesta.


  • Ten una actitud positiva, te será duro al principio, pero piensa que NO todo es el trabajo. Trata de hacer planes entre semana con amigos que has estado sin ver durante el verano, o retoma tus actividades de después del trabajo, ve a danza, a pintura, a cualquier actividad que te saque de dormir-comer-currar.
  • Metas o motivaciones a corto plazo, es decir, recuerda que no estás en este mundo sólo para trabajar o ir de vacaciones, piensa en esos proyectos personales que durante tus vacaciones has tenido abandonados, si querías hacer un curso de asertividad este año, o simplemente vuelve a darle caña al Photoshop, a cualquier actividad que has ido postergando todo el año, piensa en ti, en tu presente.
  • No olvides tus paseos, trata de desplazarte caminando, como hacías de vacaciones y eso te dará energía y te ayudará a desconectar, a apreciar las pequeñas cosas que a veces se te escapan con el ajetreo y la tensión del trabajo.

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